Blogia

Érase una vez...

[Fábrica de sonrisas]

[Fábrica de sonrisas]

Salió de casa bastante enfadada. Se había levantado con la hora justa, iba a llegar tarde al trabajo y para colmo estaba lloviendo. Esa mañana ni siquiera desayunó, y todo el mundo que la conocía sabía que si Julia no desayunaba, el día le iría fatal.

 

 

Salió del portal. Abrió el paraguas y se dispuso a andar. Iba ensimismada en sus cosas cuando, de repente, miró al frente. Un extraño que caminaba en sentido contrario al de ella, le sonrió. El día de Julia cambió y resultó ser una maravilla.

 

 

Ese extraño era Pedro, un chico de unos 27 años, apuesto, alto y con una gran sonrisa pintada en la cara. En el pueblo, nadie sabía nada de él, pero todo el mundo le conocía.

 

 

Le decían el “sonrisas”. Se pasaba el día caminando, con una sonrisa brillante y espectacular en su cara. Nadie podía explicarse el por qué de su permanente sonrisa. Y mucho menos se explicaban cómo conseguía alegrar el día a aquellas personas que recibían su sonrisa.

 

 

Sólo había una persona en todo el pueblo que sabía su verdadera historia:

 

 

-¿Qué tal Pedro? ¿Has sonreído a mucha gente? –Le preguntó Sofía.

 

-Pues la verdad es que sí… ¡No puedes imaginarte la cantidad de personas que están tristes en este pueblo! –Respondió Pedro.

 

-Se preocupan demasiado… El trabajo, el amor, los hijos, los complejos… A cualquier cosa le atribuyen un problema.

 

-Sí… Y lo peor de todo es que no se dan cuenta de la suerte que tienen por el simple hecho de estar vivos. V-I-D-A… ¿Te has dado cuenta de lo bonita que es esta palabra?

 

-Sí, pero su significado lo es más.

 

-Mucha razón tienes. Bueno, a mí no me importa seguir sonriendo a la gente. Es un simple gesto por mi parte… y consigo que una parte de ellos cambie para que puedan conseguir la felicidad.

 

-Cada día estoy más contenta de haberte conocido.

 

 

Pedro y Sofía se despidieron. Pedro se tenía que ir a trabajar. Y éste era su gran secreto: trabajaba en una fábrica de sonrisas. Allí, la magia florecía en cada rincón. Podían ver quiénes necesitaban una sonrisa para ser un poco más felices.

 

 

Daban clases para aprender a sonreír con magia. Aprender a tener una risa contagiosa y verdadera. Y, ¿sabéis quiénes eran los profesores? ¡Los niños! Y es que no hay sonrisa más sincera que la de un niño.

 

 

Pedro y sus demás compañeros mágicos iban cada día por las calles del pueblo sonriéndole a la gente que necesitaba de su magia. Poco a poco, consiguieron que todos los habitantes fueran felices.

 

 

Un día, la fábrica, sus empleados y Pedro desaparecieron. Sofía nunca lo volvió a ver. Se dice que se trasladaron a otro lugar, para poder ayudar a otras personas a que sean más felices.

 

 

Si mañana alguien te sonríe por la calle, ya sabes dónde está Pedro y su fábrica de sonrisas.

 

El reloj de la felicidad.

El reloj de la felicidad.

Hace muchos meses que cerré esta página. La falta de tiempo y la ausencia de la musa hicieron que abandonase este rincón mágico. Pero, he decidido volver a escribir. Supongo que hasta que no me vuelva a acostumbrar a pensar historias, lo que salga de mi mente ahora mismo dejará mucho que desear.

Pero tiempo al tiempo. Espero veros por aquí :) He vuelto. 

               

 ****************************

El reloj de la felicidad.

 

       
Ángela se podía pasar horas y horas sentada frente al reloj que un día trajo a casa su abuelo Alfonso.
Cuando ese reloj llegó a su casa, era el doble de alto que Ángela (hay que tener en cuenta que ella sólo tenía 7 años). Era de madera oscura y brillante. Cuando Ángela lo miraba, parecía que veía a alguien serio, imponente, majestuoso. Pero conforme iban pasando sus tic-tac, la sensación de Ángela cambiaba completamente.
Hace mucho tiempo, Alfonso le contó la historia de ese reloj:


-Es un reloj muy antiguo. En la época de la Guerra Civil, me trajo mucha felicidad en aquellas horas de amargura. –Comenzó a explicar Alfonso.
-¿Y cómo puede traer un reloj felicidad? Sólo es un trozo de madera. –Replicó Ángela.
-Es un trozo de madera para aquellas personas que no saben apreciar los detalles de la vida. Para aquellos ojos que no alcanzan a ver la maravilla de la magia.
-¿Es un reloj mágico?
-
Calla, niña, y escucha atentamente. Este reloj me lo dio mi abuelo. Así que ya puedes imaginarte cuántos años hace de eso. En su día, me explicó cómo el ir y venir de sus agujas podían ayudarme en mis momentos oscuros.
Si algún día sentía miedo, sólo tenía que sentarme frente al reloj y conseguir acallar todos los ruidos de fuera. Tic-tac… Tic-tac… Tic… Así hasta que sólo escuchase el paseo del segundero por los números romanos. Poco a
poco mi temor se apaciguaría y la sensación de tranquilidad y seguridad me invadiría.
Pero no sólo me ayudaría en mis momentos malos. También cuando sintiese felicidad, sus agujas me servirían para que esa dicha la mantuviese más tiempo en mí. Un reloj mágico, sin duda.
Y ahora lo tenéis vosotros en vuestra casa. Lo que pasa es que tus padre, cuando eran niños, no aprendieron a creer en la magia. Pero estoy seguro de que tú si creerás en ella…


Ya ha pasado mucho tiempo desde que su abuelo le contase esa historia. Lo mejor de todo es que tenía razón: le ayudó cuando sentía miedo, tristeza, alegría, nerviosismo… Era un bálsamo para ella en cualquier situación. Pero después de muchos años, el reloj debía cambiar de dueño. El reloj tenía que seguir ayudando a las personas. Se tenía que dirigir hacia otro destino.


Hace dos meses, mi abuela Ángela me lo trajo a casa. Sabía que yo siempre he creído en la magia. Y ahora su tic-tac suena en mi salón.

 

Si Peter Pan viniera...

Si Peter Pan viniera a buscarme una noche azul,
que me sorprenda a oscuras. Por favor, que no de la luz,
no vaya a descubrir que suelo mentir
cuando juro ser aún ese niño.
Quién le va a contar que la gran ciudad
no dejó ninguno ninguno, ni uno vivo.
Estrellas fugaces, mi más breve instante, respiran el humo,
escuchan el mudo rumor que nace en sus vientres.
Fueron arrojados al acantilado
de la cruel favela,
huyen de las hienas, de escuadrones de la muerte.
Si Peter Pan viniera a buscarme una noche azul,
que se extingan los soles, ¿dónde diablos te esconderás tú?
Mowgly coserá botas en Ceilán,
no escuchará rugir de noche a Bagheera.
Tom Sawyer reirá tras el humo del crack
si en esta redada logra salvar la vida.
Si Peter Pan viniera a buscarme una noche azul,
que nos sorprenda a oscuras, por favor apaga la luz.
Si quieres evitar que en la tempestad
le queme la fiebre de niños ancianos.
Quién le hará entender que al amanecer
cierran con grilletes sus ojos cansados.
Niños que perdí­, a los que mentí,
gritan a lo lejos, arañan el hielo de la luz de la mañana.
Niños con espinas, con cuencas vacías,
que te lanzan piedras,
tiñen las sirenas de todas las ambulancias

Abandono Blogia

Sí, lo abandono después de casi dos años jejeje (antes de este tuve otro blog en Blogia, de ahí lo de casi dos años). Pero no me perdéis del mundo de la blogosfera.

http://perso.wanadoo.es/littleprincess

Espero veros por allí :) Aunque ya sabéis que hata que no comience la uni no escribiré todos los días.

Un besazo y mil gracias!!!!!!

[Ahora sí]

[Ahora sí]

Un año y ocho meses... O dos años y siete meses, según se mire. No me arrepiento de nada de lo que he vivido junto a ti. Bueno, de algunas cosas que hice al principio de nuestra relación... Ya sabes.

Sé que te ofendí con mi comentario. Ya te dije que no lo hice a mala intención y si escribí lo que escribí fue porque pensé que no te lo tomarías tan mal. Te pido perdón, aunque ya lo hice anoche.

Hemos vivido muchas cosas buenas y cosas malas. Hemos aprendido muchísimo el uno del otro. Yo no he sabido rectificar a tiempo y aprender de mis errores contigo, pero sé que esta relación tan larga me servirá muchísimo a lo largo de la vida.

Siempre tendrás un sitio de honor en mi corazón y en mis pensamientos. Ambos hemos decidido decirnos adiós y pasar la página. No sé qué me espera en este nuevo capítulo. Espero que en el tuyo seas mucho más feliz que el has compartido conmigo.

No puedo echarte nada en cara, excepto el hecho de que me has hecho muy feliz durante mucho tiempo. Jamás volveré a sentir lo que sentí cuando te vi por primera vez. ¿Te aucerdas? Yo jamás lo olvidaré. Fue el día más especial de mi vida.

Te deseo lo mejor, de todo corazón. Que la felicidad te acompañe a cada paso que des. Y espero que puedas perdonarme todas esas veces que te hice daño.

Ahora sé que esto es una despedida porque ambos lo hemos decidido. Pero aún así, tengo la esperanza de que nuestros caminos se vuelvan a cruzar en un futuro. No como novios, pero sí como amigos que se quisieron mucho y aún guardan algo de cariño.

Así que sólo me queda decirte hasta luego. Seguro que nos volveremos a ver.

Sé feliz. 4ever...

[Días de verano]

No quedan días de verano para pedirte perdón
para borrar del pasado el daño que te hice yo
Sin besos de despedida y sin palabras bonitas
porque te miro a los ojos y no me sale la voz

Si pienso en ti siento que esta vida no es justa
Sipienso en ti y en la luz
de esa mirada tuya

No quedan días de verano el viento se los llevó
un cielo de nubes negras cubría el último adiós
fue sentir de repente tu ausencia como un eclipse de sol
¿por qué no vas a mi vera?

Si pienso en ti siento que esta vida no es justa
Si pienso en ti y en la luz de esa mirada tuya
esa mirada tuyaaaa...

Es de esos días de verano
vivo en el reino de soledad
nunca vas a saber como me siento
nadie va a adivinar como te recuerdo

Si pienso en ti y siento que esta vida no es justa
si pienso en ti...
esa mirada tuya (x2)
No quedan días de verano (x4)

***

Sigo habituándome a mi regreso. Os dije que hasta la semana que viene no me pondría a escribir. Tampoco sé qué día volveré al 100%. De todas formas, cuando vaya a la universidad, allí podré conectarme por las mañanas para actualizar. Ahora mismo tengo que ir a los cyber, y el dinero... ejem.

Estoy feliz. He pasado de página en muchas cosas y aunque cuesta mucho al principio, sé que me mantendré firme en mi decisión. Me siento bien conmigo misma. Veo el futuro con otros ojos y vivo el presente con más intensidad.

Os he dicho que busco trabajo desesperadamente? xD

Actualizaciones

He actualizado mi fotoblog :)

[Juntos...]

[Juntos...]

El brillo en la mirada de Antonio aquella mañana, era distinto al resto de los días de su monótona vida. Se levantó temprano para prepararle el desayuno. Le puso una rosa en un vaso con agua y se lo llevó a la habitación a duras penas.

Aquél 21 de febrero, Antonio y Carmen hacían 60 años de casados. Toda una vida juntos. Vieron pasar soles brillantes, días lluviosos, baches que parecían imposibles de superar, momentos mágicos, segundos de felicidad, eternos minutos de complicidad. Toda una vida...

Tenían ya 85 años y sus huesos ya estaban resentidos ante el paso del tiempo. Carmen no podía levantarse de la cama. Hacía ya meses que sus piernas decidieron no continuar caminando con ella. Pero aún así, Carmen sonreía cada mañana al ver todo lo bueno que le rodeaba. Unos nietos encantadores, unos hijos felices y... Antonio.

Llamó con un golpe flojo a la puerta de la habitación.

-¡Pasa! –Respondió Carmen desde dentro.

Antonio entró con una sonrisa y una bandeja con un suculento desayuno.

-¡Vaya! ¿A qué se debe esta sorpresa?
-A los 60 años maravillosos que me has hecho pasar junto a ti.

Antonio le dio un dulce beso en la frente a Carmen. Parecía increíble que la pasión no desapareciese en ningún momento. Se amaban con la misma intensidad que el primer día.

-Cómo pasa el tiempo Antonio...
-Sí, pero aún nos quedan unos años por dar guerra –Rió.
-No sé Antonio... Estoy muy mayor, y siento que la vida comienza a abandonarme.
-No digas eso, por favor... Inspiras vitalidad con sólo mirarte.

Antonio intentaba animarle, pero hasta ella se dio cuenta de que mentía. Los ojos de Carmen delataban que la vida se le estaba apagando. Pero no quería ni pensarlo. Jamás sabría continuar si ella no estaba a su lado. Carmen se tomó el desayuno y puso la flor en la mesilla de noche. Sacó fuerzas y se incorporó un poco más para poder abrazar a Antonio.

-Te quiero. Siempre lo he hecho, y siempre lo haré. –Dijo Carmen.
-Y yo a ti.

Carmen cerró los ojos y se durmió. Antonio permaneció junto a ella durante un rato. La inmensa calma que reinaba en aquella habitación, le inquietaba. Sabía lo que había pasado, pero no reaccionaba. Carmen había cerrado los ojos para no volver a abrirlos.

Días después, Antonio soñó con Carmen. Volvió a verla en sus sueños. Caminaba... Se abrazaron y se agarraron las manos. Comenzaron a seguir avanzando en su camino y no rompieron la promesa que se hicieron 60 años atrás: “Te seguiré amando incluso después de la vida. Iré contigo a dónde tu vayas”.

***

Un breve resumen del fin de semana:

MyeC & Dynaheir



4D4 & Dynaheir & MyeC

[Hasta luego]

[Hasta luego]

Bueno, mis vacaciones comienzan aquí. No tengo tiempo para conectarme, ni para escribir ni nada. El trabajo, Edu, Alicante... En fin, que creo que me espera un verano movidito. De todas formas, volveré más adelante.

Pero volveré en otro lugar que no sea blogia. Pondré aquí la dirección del nuevo blog, que por cierto lo he diseñado yo :p (mi primer lay!!!)

Espero que paséis un buen veranito y que seais muuuy malos.

(Nimue, Bruixeta, me pondré en contacto con vosotras antes de que llegue agosto para deciros cuando voy a Alicante y quemamos la ciudad, vale? :) )

Besitos y gracias por todo.

[¿Puedo ayudarte?]

[¿Puedo ayudarte?]

-¿Puedo ayudarte?

Le preguntó aquél extraño.

Sofía se secó las lágrimas de la cara y respondió apenas con un hilo de voz.

-No... Gracias... Nadie puede ayudarme.
-¿Pero has intentado pedir ayuda? Tal vez yo pueda, y te sorprenda.
-Lo he pedido a gritos, pero parece ser que todos se quedaron sordos. No me gusta mi vida. Tengo un trabajo en el que me humillan y encima cobro 400 euros puercos. Mi familia está demasiado ocupada para saber siquiera de mí...
-Bueno, tienes razón. Yo no puedo ayudarte. Pero sé de alguien que sí podrá hacerlo. Es más, es la única persona que conseguirá cambios en tu vida. Y esa persona eres tú. Eres la única persona que puede hacer que tu suerte cambie. Si no te gusta tu trabajo... ¿has buscado otro? Si tu familia no tiene tiempo para saber de ti... ¡Llámalos y así sabrán! Y si no te gusta nada de lo que te rodea, haz todos los cambios que puedas para que te guste a partir de hoy mismo.

Ambos se quedaron callados. Sofía rompió aquél silencio con un “gracias”. Después se despidieron y se marcharon cada uno para sus respectivos lugares.

Sofía, mientras caminaba hacia su casa, pensó en lo que le había dicho aquél hombre.

“Tiene razón... Estoy haciendo de un grano una montaña... Todo podría ser más fácil. Y por consiguiente, mejor. Si no me gusta mi trabajo, ¡me busco otro! Lo tengo todo al alcance de mi mano y no hago nada por cambiarlo... Definitivamente soy tonta”.

A partir de aquella conversación con ese hombre extraño, todo cambió para Sofía.

[Reyes, princesas y dragones]

[Reyes, princesas y dragones]

En el ambiente se notaba. El calor, el olor a Dama de noche, las noches en la entrada de casa... Llegaba el verano, y para Luis era muy importante.

La llegada del verano suponía no volver al cole en unos meses, pasar más tiempo con sus padres y dedicarle más horas a los juegos. Sin duda alguna, el verano era la mejor época del año para Luis.

Pero había algo que le gustaba más que todo eso. Los castillos de arena. Se podía pasar horas haciendo castillos de arena en la playa con su abuelo. Los cubos, las palas... Le encantaba sentarse en la orilla y sentir el vaivén de las olas golpeando su espalda mientras él jugaba a ser ingeniero de la imaginación.

Mientras sus manos y las de su abuelo modelaban la arena hasta conseguir la forma de un castillo (o eso se suponía), la imaginación de ambos volaban a lugares en los que nadie había estado, lugares fantásticos.

Reyes, princesas y dragones pasaban por el castillo que estaban construyendo. Una princesa rebelde, que se escapaba con un ogro bueno. Una dragona que se enamoraba del príncipe. Durante esas horas no había reglas.

Y después los baños en el mar. La madre de Luis terminaba regañándole porque no se salía ni un momento. ¡Los dedos de las manos y de los pies se le arrugaban tanto que parecía pasitas! Pero a él le daba igual. ¡Era verano!

De noche, su abuela lo mecía en su mecedora mientras le cantaba. Él se quedaba escuchándola hasta que el sueño venía a llevárselo hasta la mañana siguiente. Se dormía contento, sabiendo que al día siguiente volvería con su princesa a aquellos castillos encantados.

*******

Feliz finde a todos. Estaré perdida hasta el lunes porque viene Ana a Málaga (4D4, por si queréis ver su blog :p ) Pasadlo bien y ya sabéis: sed malos y por la sombra. (Te quiero Edu!)

[Simplemente... La vida]

[Simplemente... La vida]

Una mirada tuya...
Un paseo por la playa.
Un baño en el mar.
Una siesta con el sonido de las olas de fondo.
Risas con tus amigos.
Un piropo.
Un buen libro.
Un atardecer.
Sentirte bien contigo misma.
Pisar la hierba mojada.
Una leve brisa en un día caluroso.
La sonrisa de un niño.
Estar bajo las estrellas junto a ti.
Un "te quiero".
Sentir tu respiración.
Observar las rosas.
El canto de un pájaro.
Contarte un cuento.
Hacer castillos de arena.
Escribir con la imaginación.
Hacerte feliz.

Hay cosas maravillosas en esta vida. Cosas que aún el dinero no puede comprar.

[Un día agotador]

[Un día agotador]

Un día agotador. Eso fue ese día. Risas, gritos, saltos. Hubo de todo. ¡Y cualquier persona habría acabado de los nervios! Pero Ángel no. Ángel disfrutó tanto o más que Adrián.

Se levantaron temprano pues ambos sabían que el día era demasiado corto para todas esas cosas que querían hacer. Se vistieron y fueron a desayunar fuera, a esa cafetería que tanto le gusta a Adrián. Nunca solían desayunar fuera. Pero aquél día era especial: Era el primer sábado en mucho tiempo que Ángel descansaba y podía estar todo el día con su hijo.

Churros y chocolate. Eso pidieron. Ángel no podía evitar reírse al ver los churretes de chocolate que se le hacían alrededor de la boca. A Adrián le encantaban esos desayunos, y los disfrutaba lo más que podía porque sabía que no habría muchos días como ese.

Después del desayuno, se fueron al zoológico.

-¡Mira papá! Qué león más pequeño.
-Sí, es una cría. Pero esa cría podría contigo. –Se rió.
-¡No! Yo soy el niño más fuerte del mundo y nadie puede conmigo.

Adrián imitaba a Superman, Batman o a algún héroe suyo mientras decía que era el más fuerte del mundo.

Visitaron a los osos, a los tigres, a las panteras. Fueron al delfinario. ¡Qué de cosas sabían hacer los delfines! Adrián se quedó boquiabierto cuando vio aquél espectáculo.

Fueron a comer a un restaurante italiano que escogió Adrián. Aquél día, él era el rey y él decidía dónde iban. Hubo una pequeña guerra de bolitas de carne que había en los spaghettis que habían pedido. Las risas retumbaron por todo el restaurante.

La tarde fue algo más tranquila. Una película de dibujos, unas palomitas gigantes y al cine. Salieron del cine y fueron al jardín de su casa a jugar un poco con la pelota. Estuvieron más tiempo por el suelo haciéndose cosquillas que detrás de la pelota.

Al final del día, se dieron los dos una buena ducha. Acabaron rendidos. Pero para Ángel, mereció la pena estar tan cansado en ese momento. Cada segundo con su hijo era un regalo para él.

Ahora, viéndolo mientras dormía, agotado por el cansancio, se dio cuenta de lo que echaba de menos estar más tiempo con él.

[Una estrella fugaz... Que al final se quedó conmigo]

[Una estrella fugaz... Que al final se quedó conmigo]

¿Habéis visto alguna vez una estrella fugaz? ¿A que es algo maravilloso? Algo precioso, que por un instante consigue hacerte sonreír.

Yo vi hace mucho tiempo una estrella fugaz. Pero resultó no ser fugaz, pues se quedó conmigo. Una estrella que brilla con luz propia. Se llama Ana.

Muchos problemas hubo entre nosostras. Malentendidos, malas contestaciones, situaciones de nerviosismo, frustraciones... Pero ambas supimos perdonarnos y olvidar todo lo anterior. Quién me iba a decir que, después de tanto tiempo, todo iba a volver a ser como antes. Bueno... Creo que ahora es incluso mejor que antes.

Me has demostrado que sigues siendo mi ángel, mi niña, mi "warri". Y no te puedes imaginar cuánto ha significado para mí darme cuenta de todo esto. Una vez leí que no debíamos desaprovechar las oportunidades que nos da la vida al brindarnos un nuevo día. Y que en cada día nuevo que teníamos, sería bonito decirla a las personas que queremos, que las queremos. Decir algún perdón, dar las gracias, o sonreír simplemente.

Y le voy a hacer caso.

1- Te quiero mucho mi niña. Eres una gran amiga, una persona espectacular, única. Y no quiero que vuelvas a salir de mi vida NUNCA.

2- Perdóname por todo el daño que te haya podido hacer. Aunque, conociéndote, sé que me perdonaste hace mucho tiempo.

3- Simplemente... Gracias por volver, y quedarte.

Cuenta conmigo siempre. Si te caes, estaré ahí para ayudarte a que te levantes. Si lloras, te secaré las lágrimas e intentaré que la sonrisa vuelva a lucirse en tu cara. Si tienes miedo, iluminaré tu camino para que lo veas todo más claro.

No voy a irme de tu lado. No ahora. Me alegro de que por fin hayas tocado la felicidad con tus deditos. Te lo merecías, princesa.

Nada más que decirte mi niña. El resto, te lo digo la semana que viene, cuando vengas a Málaga. Te adoro.

[Las cinco del viernes] (El viernes de la semana pasada)

Dinos cuál es...

1)La frase
2)El dicho
3)El mito
4)La gran mentira
5)La gran verdad

...que más te han marcado, interesado, influido o ayudado, y porqué.

1) Si tuviera que decantarme sólo por una frase tardaría horas en decidirme. Tal vez, me ha marcado (o lo llevo como identificación) "La vida es un paseo, no una carrera" y "el amor es eterno mientras dura". La primera la vi en el anuncio de 7UP jeje. La segunda la saqué del libro "Pequeñas Infamias", de Carmen Posadas. ¿Por qué? Pues la primera porque siempre he ido a la carrera en todo, agobiándome y cargándome de cosas que ni yo misma podía hacer. Y esa frase me dio qué pensar. Y la segunda porque, al igual que me agobio con la vida, me agobio en el amor. Cualquier amor llego a pensar que puede ser eterno. Pero es eso, eterno mientras dura.

2) Sin duda alguna: "Arrieros somos y en el camino nos encontraremos". ¿Por qué? Porque la vida me ha demostrado que todo se paga. Tanto lo bueno como lo malo. Y por desgracia, a mí me han hecho mucho mal. Y más de una ocasión he tenido que decir "Arrieros somos...". Y efectivamente, tiene mucha razón el dicho. También me marcó lo de "Pídele tiempo al tiempo, y el tiempo, tiempo te dará".

3)El mito: Bufff. ¿Sirve una historia que me escribió Galatea? Jejeje. Yo me la tomé como un cuento mítico, inventado por ella. Se llamaba "Mareas de un mar enamorado". Podéis leerlo AQUÍ . Cuando lo leáis, comprenderéis por qué me gusta tanto.

4)Pues la gran mentira que más me marcó, me la guardo para mí. Realmente ha habido dos: una que hice yo y de la cuál aún me estoy arrepintiendo pese a que ha pasado ya dos años. Y la otra es de mi novio. Y no doy más explicaciones. Sé que lo entendéis.

5)La gran verdad: Pues no recuerdo ninguna en concreto. Aunque me imagino que esas verdades que me han dicho a la cara, diciéndome mis errores o mis aciertos.

********

Bueno, daros las gracias por vuestros votos. Sois los mejores.

[Una difícil decisión]

[Una difícil decisión]

Puso unas flores encima de la mesa y luego se marchó. Tras de sí, dejaba toda una vida. Abrió la puerta, y justo antes de poner un pie fuera de aquella casa que le había proporcionado tantas alegrías, echó un último vistazo a su alrededor. Cuántos recuerdos permanecían en aquellas paredes. Cuántos suspiros se habían perpetuado en las cortinas y en los cuadros. Le costaba marcharse, no lo podía negar. Sin embargo, lo hizo.

La noche anterior a su partida, Juan había estado preparando una cena romántica para Nora (su novia) y él. Había preparado pato a la naranja y compró por la tarde el mejor vino que le recomendó su amigo Antonio, el de la tienda de vinos. No quiso que la cena se quedara sin postre, así que compró helado de tiramisú, que era el que le gustaba a Nora.

Puso un mantel de color burdeo y unas velas a juego. La cena fue en el salón. Hubo algo realmente maravilloso: No sólo estaban las velas a juego con el mantel de la mesa, sino que también estaban otras cien velas repartidas por todo el salón. No se encendió la lámpara en toda la noche. No hay mejor luz que la luz de las velas en una noche romántica.

Hubo más sorpresas aparte de las velas y la cena. Desde el salón hasta el cuarto de baño, hizo un camino de pétalos de rosas. Tenía pensado bañarse con ella después de cenar. Puso también velas allí, sales aromáticas, aceites con diversos olores… Un baño que resultaría muy placentero. Y puestos a poner velas, era de esperar que también las pusiera en el dormitorio.

-Estaba todo exquisito Juan. No me creo que lo hayas hecho tú todo. –Dijo Nora.
-Que sí lo he hecho, tonta. Me he quedado aquí toda la tarde como una maruja cocinando para ti. –Respondió Juan en tono chistoso.
-Pues que sepas que es la mejor cena a la que he asistido. Y todas estas velas… De verdad, eres un cielo. Me encanta como lo has preparado todo. Pero… ¿A qué se ha debido todo esto?
-A nada en especial, cariño. Simplemente, me apetecía tener un detalle distinto contigo. ¿Has terminado ya?

Nora asintió con la cabeza. Dejaron todo tal y como estaba. Apagaron una a una las velas del salón. Cuando acabaron, Juan comenzó a besarle suavemente el cuello a Nora. Nora se giró y ambos se besaron apasionadamente. En un instante, los cuerpos de aquellos dos enamorados se volvieron en un solo cuerpo. Las manos de Juan sirvieron de guía al cuerpo de Nora. Lentamente se dirigieron al baño, donde les esperaba un baño lleno de excitación. Después de aquél largo baño, se dirigieron a la habitación. Aquella noche, Juan y Nora no hicieron el amor: el amor les hizo a ellos.

Era temprano cuando Juan se despertó. A la vez que fue preparando toda aquella velada, fue haciendo la maleta. Sólo tenía que vestirse y marcharse. Y eso hizo. Se puso la ropa que ya tenía preparada y besó dulcemente la frente de Nora. Salió de la habitación y puso una nota encima de la mesa del comedor. Encima de esa nota, puso unas flores y se marchó.

En la nota ponía lo siguiente: “Querida Nora: Sé que jamás me perdonarás que te haya abandonado. Sé que jamás me perdonarás que me haya marchado de esta forma, sin una despedida, sin una explicación. Para todo el mundo, yo soy feliz, yo estoy bien en todo los aspectos de la vida. Incluido para ti, mi vida. Pero os equivocabais. Es cierto que estaba bien en todos los aspectos de la vida… En todos menos en uno. Mi alma no está bien. Está dañada por el paso del tiempo, por los palos de la vida, por las heridas que no cicatrizan. Mi alma me ha pedido un respiro, me ha pedido una tregua. Y yo he decidido concedérsela, pues a ella le debo todo. No espero que me comprendas, pues sé que no lo harás. Has sido una gran mujer, Nora. Has sido la mujer más importante de mi vida. Pero ahora comienzo un nuevo camino, y en este camino no puedes venir conmigo. Gracias por todos estos años compartidos. Gracias por todo. Te querré siempre, mi vida.”

Hay veces en la vida que ni las personas más cercanas a nosotros se dan cuenta de lo mal que lo estamos pasando. Es entonces cuando debemos tomar la determinación (o no) de continuar solos por el bien nuestro. Sé que muchos de vosotros sabéis de lo que estoy hablando. Hoy por hoy, yo he decidido continuar sola mi camino, pues la decepción ante la vida no me deja estar acompañada por nadie.

[Lágrimas de plata]

[Lágrimas de plata]

-¡Cuéntame otro cuento! -Exclamó Bea.
-¿Otro?
-¡Sí! ¡Otro!

Pero Javier esta vez ya estaba preparado ante tal petición. Había estado pensando un cuento para su hermana pequeña desde la última vez que se lo pidió. La vez anterior tuvo que improvisar uno, sobre una amistad entre una ballena y un tiburón. Y no le salió tan mal.

-Está bien. Pero no quiero que haya interrupciones, ¿de acuerdo? Que si no me desconcentro.
-Vale.

“Hace mucho tiempo, cuando los hombres se llevaban bien, cuando los dioses no habían abandonado la tierra y paseaban entre nosotros como unas personas más, cuando las guerras no existían, se dio una historia de amor. Un amor verdadero. Un amor, con tales sentimientos, que jamás se repitió.

Fue en un pueblo pequeño, bañado por la inmensidad del mar. Durante el día, el mar se alejaba de los habitantes del lugar para que pudieran hacer sus vidas con total normalidad, sin ser interrumpidos con el vaivén de sus olas. Durante la noche, se mostraba en toda su plenitud. Sus aguas crecían e inundaban parte del pueblo (aunque los ciudadanos ni se inmutaban).

El mar pensaba que no era observado por los hombres, que podía hacer lo que quisiera. Podía llevar a sus arrecifes de corales hasta la orilla para que vieran lo que había en el exterior. Podía dejar que todos los animales que habitaban en ella salieran a pasear sin temor a ser pescados. Y no se equivocaba. Al menos, no del todo. Había alguien que durante la noche no descansaba. Se quedaba en vela sólo para ver esa actuación tan maravillosa de las olas.

Era la luna, que desde aquella distancia tan lejana se dejaba embriagar por el delicioso olor que desprendía el mar. Lo observaba todas las noches, sin que él lo supiera. Pero, sin darse cuenta… ¡Se enamoró de él!

“Dios… ¡Qué horror vivir un amor tan desafortunado! ¿Qué voy a hacer yo ahora, sin poder rozarle puesto que estoy muy lejos y sin ni siquiera poder explicarle que por él vivo y por él muero porque jamás me oirá?”
Se lamentó la luna. Era tan grande el dolor que sintió, que las lágrimas brotaron de sus ojos como si de un diluvio se tratara.

Sus lágrimas eran de plata y tenían poderes maravillosos. Cayeron sobre los campos y consiguió que la cosecha fuera magnífica todo el año. Cayeron sobre los ríos, y la sequía se acabó. Algunas de esas lágrimas, cayeron sobre el mar y lo dotó de una larga visión y de un afinado oído. Podía escuchar sonidos que estaban muy lejos de este planeta. ¡Tan lejos como estaba la luna!

“Qué lamento tan desagradable… ¿Quién estará llorando de esa manera? ¿Qué dolor tiene en sus adentros que le amarga tanto?” El mar miró hacia arriba y vio a la luna. Vio como las lágrimas de plata caían de sus tristes ojos.

-¿Por qué lloras, amiga luna? –Preguntó el mar.
-Pero… ¿acaso puedes verme? ¿Acaso puedes oírme? –Se extrañó la luna.
-Claro que sí. Ese lamento tan sentido se puede oír a miles de leguas de aquí. Pero dime, ¿qué te atormenta tanto, preciosidad de plata?
-El amargo sabor de tener que vivir un amor desafortunado. Un amor no correspondido.
-¿Con el sol? ¿Le has explicado tus sentimientos? Seguro que él también siente lo mismo por ti.
-No… Con el sol no. Es con alguien que está muy lejos de mía. Alguien que jamás podré rozar, que jamás podré besar, que jamás podré estar junto a él.
-Vaya… Entonces sí que es triste ese amor. Pero aún así, pienso que si no has hablado con él deberías hacerlo. Tal vez, te lleves una sorpresa.
-Tienes razón… ¡Eso voy a hacer ahora mismo! Ese amor que me trae por la calle de la amargura… Eres tú, mi amado mar. Te observo cada noche. Veo como te engrandeces cuando yo aparezco por encima del horizonte. Veo como tus olas llegan hasta casi las calles del pueblo. Veo los paseos de los peces, los juegos de los arrecifes… Te veo a ti. Veo cómo sonríes, cómo te muestras majestuoso ante la oscura noche. Y no he podido evitar enamorarme de ti y de tu grandeza.
-Pues sécate esas lágrimas. Sé perfectamente que me observas desde hace meses. Que te quedas todas las noches en vela para ver mis olas. Que suspiras por no estar cerca de mí… Lo sé todo. Yo sufro el mismo mal de amores. Cada noche, intento hacer un espectáculo nuevo para que tú sonrías, para que no dejes de estar enamorada de mí pese a la distancia. Y no sé si lo consigo…

Tras aquella larga conversación, el mar y la luna se juraron amor eterno. Cada noche, la marea del mar sube para que lo vea mejor su amada luna. Y cuando ves la furia del mar en alguna tempestad, es porque el mar está demostrándole todo su amor a la luna. Es entonces, cuando ellos hacen el amor. Alguna vez, cada mucho tiempo, la luna consigue bajar… Y llega a estar en el horizonte, justo encima del mar. Besos, caricias, abrazos, susurros enamorados, se dan en ese instante mágico. Aquello fue un amor verdadero. Y por suerte, hoy aún existe y siguen igual de enamorados que en aquellos tiempos remotos.”

-¡Qué bonito Javi!
-¿Te ha gustado?
-¡Mucho! Yo quiero tener un amor cómo ese. Yo quiero que me quieran de esa forma.
-Bueno, ellos no se quisieron… Ellos se amaron con toda su alma. Pero piensa que yo te quiero más que a nadie, y que por ti lo haría todo.
-Y yo a ti hermanito. La semana que viene otro, ¿vale?
-Por supuesto, mi niña.

[Testigo del batón]

Mi Martita, me ha pasado el testigo de estas preguntas literarias. Así que las respondo.

Pregunta. Estás atrapado en Fahrenheit 451, ¿qué libro te gustaría ser?

Pues pienso que todos los libros de este mundo tienen alguna enseñanza para que aprendamos, alguna moraleja. Todos los libros nos pueden aportar algo en algún momento de nuestra vida: desde una historia de amor al mejor relato de ciencia ficción. Da igual el género. Así que yo intentaría salvar a todos los libros.

Pregunta. ¿Alguna vez te enamoraste de algún personaje de ficción?

Pues no. Aunque el protagonista del libro "Ojalá fuera cierto" me encantó. No os puedo decir por qué, porque si os lo digo os cuento la esecia del libro!

Pregunta. ¿El último libro que compraste fue?

El Seños de los Anillo -La Comunidad del Anillo-

Pregunta. ¿Qué estás leyendo actualmente?

Tengo últimamente muy poco tiempo para leer. Pero aún así, leo dos a la vez: El Señor de los Anillos y El último encuentro.

Pregunta. Cinco libros que llevarías a una isla desierta:

El Principito, Pequeñas Infamias, Crónica de una muerte anunciada, Campos de Castilla y Los renglones torcidos de Dios.

Pregunta. ¿A quién le pasas el Batón y por qué?

Se lo paso a Corazón, porque me encanta como escribe y tengo curiosidad por saber sus respuestas. A Comella, por los mismos motivos y a Synnove, por más de lo mismo.

[Lola]

[Lola]

(Un inciso: se me olvidó decir ayer que para votar, tenéis que pinchar con el botón derecho del ratón y darle a ABRIR NUEVA VENTANA. No me preguntéis por qué, pero es así jeje. Gracias por vuestros votos :) )

*****************

No hay duda alguna de que en el mundo hay personas maravillosas, inigualables. Sí, todos somos únicos, pero hay gente que brilla con luz propia. Es el caso de Lola, la protagonista de esta historia.

Lola es una mujer preciosa, con elegancia en el andar. Inteligente y educada. Cada mañana se levanta, viste a sus dos hijos pequeños y los lleva al colegio. Después, se marcha a la oficina a trabajar. A la hora del almuerzo, recoge a sus hijos y se va a casa a comer con ellos. La comida del día, la deja hecha la noche anterior. Después, lleva a los niños a las clases de karate (ya se encarga la niñera de pasar el resto de la tarde con ellos) y vuelve al trabajo hasta la noche.

El poco tiempo que le queda libre del día, lo emplea para limpiar la casa, para hacer la comida del día siguiente y para ayudar a sus hijos con los deberes. Hace mucho tiempo que Lola no sale de compras, a tomar un café con una amiga, a irse de escapada de fin de semana… Hace mucho tiempo que Lola vive por y para sus hijos.

Pero Lola es feliz. Se levanta cada mañana con una gran sonrisa en la cara, con ganas de vivir y de comerse el mundo, pese a que esto signifique que cuando llegue la noche, su cuerpo esté rendido y no dé más de sí. No importa. Lola, ahora es feliz.

¿Ahora? ¿Acaso antes no lo era? ¿Qué ha cambiado en su vida? Todo, ha cambiado todo. Nadie comprende cómo pudo cambiar aquél mundo, aquella maravillosa vida por la que ahora tiene. Antes, no trabajaba, tenía tiempo para todo lo que quisiera, tenía dinero suficiente. Tan sólo tenía que ocuparse de la casa. Para el resto tenía una vida envidiable.

Tenían razón: Había dinero de sobra y tiempo para lo que quisiera hacer. Pero también había un marido. Un marido que no le dejaba aprovechar ese tiempo que tenía. Un marido, que en vez de darle cariño, le daba palizas. Un marido que en vez de brindarle la felicidad, se la robaba y en su lugar ponía el dolor y la amargura. Su vida no era lo que aparentaba ser. Era un infierno, un camino de espinos. En los años que estuvo a su vera, jamás conoció lo que era el amor.

Cometió un gran error casándose con él. El mayor error de su vida. Golpe tras golpe, aquél animal que vivía en su casa creía que se hacía más fuerte, más poderoso. Pero un día, todo cambió. Aquél puño de acero que no se saciaba nunca de hacer mal, un día fue derrotado por el fuego del valor de Lola. No consintió que volviera a levantarle la mano. No consintió que la volviera a rozar.

Aquél día, Lola fue una nueva Lola. Tuvo valor y coraje para llevarse a sus hijos a un lugar lejos del miedo y del dolor. A un lugar donde el terror a los gritos y a las peleas no existían. Cambió los golpes por el trabajo; los insultos por las risas de sus hijos; el miedo por la ocupación del tiempo que antes le sobraba. Aquél día, Lola desnudó su alma para que el tiempo pudiese curarle las heridas lo más pronto posible. Aquél día, Lola aprendió a volar.

Como decía antes, hay personas que brillan con luz propia, personas inigualables. Algunas personas son tan especiales por tener un don: algunas cantan, otras saben hacer manualidades o bailar como los ángeles. Otras personas lo son por tener coraje, valentía, ganas de superación y sobre todo: ganas de vivir. Esas personas tienen una luz, una luz que jamás se apagará, por muchos golpes que den para intentar extinguirla.

Hay personas que brillan con luz propia. Lola, es una de esas personas.

“La mujeres no somos ni superiores ni inferiores a los hombres. Somos iguales. Sin nosotras, los hombres no existirían, y viceversa. ¿Por qué ese empeño en infravalorarnos?”

Dedicado a todas esas mujeres que, como Lola, han sabido decir ADIÓS a esa vida de sufrimiento y a esas casi 60 mujeres que han muerto en el año 2005 a manos de sus compañeros sentimentales.

[Premios 20Blogs]

Os explico de qué va el tema:

Pues creo que con sólo leer el título de este post es suficiente jajaja. Bueno, si os gusta mi blog y lo que hay en él (sólo si os gusta!!!) me encantaría que me votaseis en este concurso. Sólo se puede votar una vez al día (pero lo podéis hacer todos los días).

También están inscritas Galatea, Synnove y NonameGirl, que yo sepa :) Si eso, os pasáis también por sus blogs, que merecen la pena.

Un besito a todos y gracias por leerme :)